lunes, 11 de abril de 2011

Páginas leemos, mentes no sabemos

¿Qué sería de los seres humanos sin la internet?, será que tendríamos el hábito de ir a la biblioteca, buscar, leer un libro y hacer la tarea, o simplemente no la haríamos o mejor aún,  la prestaríamos. Alguna vez nos hemos preguntado ¿Qué está haciendo la web en nuestras mentes?, quizás  esta sea una pregunta sin importancia, pero en realidad la web ha facilitado la vida de las personas, sin embargo nos ha vuelto insensibles, distraídos e inseguros, en fin es un arma de doble filo. 

El internet es un maravilloso avance tecnológico que ha unido y transformado  el pensamiento de las masas que difícilmente se pueda cambiar. Según Nicholas Carr, en su libro ‘Superficiales’ asegura que se “está erosionando la capacidad de controlar nuestros pensamientos y de pensar de manera autónoma”; de alguna u otra forma la web arrastra con nuestro raciocinio, interpretación,  y fomenta la holgazanería ya que todo esta tan a la mano y basta solo con un clic para obtener lo que deseamos y no nos tomamos más tiempo para indagar más.

Una de las principales causas por las cuales las personas nos hemos dejado hipnotizar por todo el maravilloso mundo de la internet son las famosas redes sociales como Facebook y Twitter, la adicción a este último mueve masas y  es considerada una moda pasajera que causa un boom entre las personas especialmente en los jóvenes, pero está comprobado que hay algunas que han sobrevivido a pasar un día sin cambiar los tweets, lo cual me parece un poco tonto eso de cambiar cada minuto de tweet.

Es ilógico y bastante chistoso escuchar a las personas quejarse acerca de que las redes sociales violan la privacidad de las personas, pero la verdad es que cada quien es culpable y responsable de lo que publica en su perfil, por ejemplo cuando subimos fotos, ponemos de estado el lugar donde nos encontramos, etc.
Como la web es tan amplia, interesante, atractiva y entretenida que se aprovecha de todo esto y capta toda nuestra atención, no nos deja que prioricemos otras cosas al punto de llegar a manipularnos.

Simplemente no queremos ver como es el daño que indirectamente nos ocasiona la internet. Al final todo es cuestión de tiempo y de adaptación, es saber acoplarse a cada avance, a los ciclos sin necesitad de hacernos dependientes.

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