Hogar de Rehabilitación del adicto una nueva manera para renacer

Un agudo problema social del mundo actual es el uso indebido de las drogas y el alcohol y nuestro país no está exento de esto.  Las personas cuando llegan al extremo se ven obligadas a ingresar a un centro de rehabilitación. En San Marcos, Carazo, el Hogar de Rehabilitación del Adicto (HODERA) es el único centro en el departamento que ayuda a las personas a salir de estos vicios.

Después de pasar muchos años de su vida entre  las drogas y el alcohol,  Martín López ahora es un muchacho cristiano con esperanzas de insertarse de nuevo a la sociedad.  "Mi vida y por lo tanto la de mi familia  cambio desde el momento que  entre a HODERA (Hogar de Rehabilitación del Adicto)”.  Este centro actualmente atiende más de 54 pacientes, aunque siempre estas  cifras varían debido a que ingresan nuevos miembros (adictos) y salen los rehabilitados. La edad  de quienes se integran oscila entre los 16 a los 60 años.

En el municipio de San Marcos, Carazo, el 30 de mayo de 1995,  Ernesto Ortega y un grupo ilustre de personas de Managua dieron lugar a la fundación de “Casa Esperanza” atendiendo los hogares de adicciones. En 1990 cambio el nombre a  “Hogar a Rehabilitación del Adicto” (HODERA) por el Licenciado Miguel López,  actual director. 

Este centro actualmente cuenta con personal altamente calificado de tres terapeutas todos ex adictos, la mayoría profesionales con especialidades en adicciones certificados con firmas americanas.

Las adicciones ¿La mejor salida?

En vista de los peligros a que se ven expuestos día a día niños, niñas, jóvenes y adultos que buscan como salida fácil a sus problemas el consumo de alcohol u otra drogas legales e ilegales donde se van perdiendo los valores morales y espirituales y muchas familias se desintegran, vemos tristemente que son muy pocos los centros de recreación sana, pulperías que impidan la venta de alcohol, cigarrillos a menores,  esto se debe a que muchas familias viven una crisis económica deplorable en relación con las demás debido a que existe el desempleo, nivel de escolaridad bajo, el descenso de las cobertura de los servicios de salud y educación todo esto conlleva a obligar en gran medida a caer en algún tipo de adicción. Lamentablemente a las autoridades locales no se interesan con mucho empeño para buscar una solución a ésta problemática de gran trascendencia social.

Las personas que quedan  internas por 28 a 35 días,  son atendidos por el personal  y a que  cuentan con la ayuda de psicólogos, terapeutas quienes les proporcionan terapias de grupos e individual. Los internos reciben atención especializada a través un monitoreo de su historia de toda la vida, cumpliendo con el tratamiento, y si el paciente responde bien fuera de HODERA, pueden regresar a rehabilitarse dos años más. El otro 20% abandona la institución por razones propias del paciente que no son más que escusas, pretextos e irresponsabilidades; en su mayoría los internos mantienen buena relación con sus compañeros y superiores, se adaptan al rol de actividades sean estas laborales o recreativas aprendiendo funciones que son de gran utilidad. 

El Licenciado López, señala que los trastornos psíquicos, físicos y sociales que han detectados en los adictos que han llegado a su institución, se clasifican de tres maneras:

 Psíquicamente: La adicción o cualquier tipo de droga o alcohol, produce una actitud rechazo de parte de los familiares a las personas que la consumen. El adicto sufre un complejo de abandono, inferioridad demostrada en el deterioro o deserción en el ámbito académico, laboral, depresión, aislamiento, disminución de la frecuencia de comunicación, así como el deterioro de los hábitos de limpieza.

Físicamente: Los drogadictos sufren una serie de desgastes o de degeneración de órganos vitales para la subsistencia. Con el uso frecuente de las drogas pronto se ven afectados glándulas y órganos como el hígado, corazón, riñones, estómago etc.

Socialmente: Su presencia en cualquier grupo social, directa o indirectamente, es inoportuna y calificada de ofensiva y de mal gusto, inspira desprecio, lastima y algunas veces ira.

Los dirigentes de HODERA reflejaban que las edades de los internos oscilan desde los 16 años hasta edades de 60 años, es decir que este problema no distingue edades ni estratos sociales y económicos. La adicción es como un cáncer que destruye a todos por  igual.

Generalmente los estudios realizados por los terapeutas HODERA en la etapa inicial y de confrontamiento identifica que las principales drogas que sus pacientes han consumido van desde: el tabaco, cigarrillos, marihuana, diacepan. Bebidas alcohólicas como: el agua ardiente, ron, cerveza. También inhalan gasolina, disolventes o pega para zapatos. 

Proceso de desintoxicación

En HODERA se cumple con las terapias brindadas a las personas en riesgos a las cuales se les da seguimiento siempre acompañadas por algún familiar. La mayor dificultad del terapeuta es concientizar al individuo que está pasando por una problema que tiene solución; El trabajo de una consejero no es tenerlo atado o preso. Es que el adicto tome conciencia y reinsertarlo dentro de la sociedad.

La terapia individual consiste en:

Ø  Autoevaluación del paciente, (este es una relato de su propia historia, contada por él mismo).

Ø  Introspección, (el porqué está  en este centro).

Ø  Comportamiento a la adicción, (cronograma desde su primera vez de consumo, hasta que porque decidió dejarla).

Ø  Conocimiento de la familia, con la autoevaluación familiar.

Es importante destacar que esta terapia lleva un tiempo de hora y media diaria.

La terapia general se realiza de lunes a viernes donde expresan sus sentimientos basados en los tiempos presentes y futuros.

Esta terapia consiste en:

Ø  Terapia de confrontación: Se involucra la parte cognoscitiva del individuo.

Ø  Terapia de sentimiento directo: Al individuo se le hace énfasis en su avance de tratamiento.

Terapia de evaluación: Es hacer que le grupo se autoevalúe para mejor, es importante saber quien está fallando en el grupo.

Sustento a base de apoyo y esfuerzos 

En el Hogar de Rehabilitación del Adicto no cobra a los pacientes una cantidad de dinero específica, ellos dan una cuota  que esté al alcance de sus posibilidades. Además cuenta con la ayuda de ONG’S, empresas patrocinadoras, pulperías del municipio que le regalan viviveres.

Otra manera de conseguir ingresos para poder mantenerse ellos mismos en el centro es vendiendo las verduras y hortalizas que ellos mismos siembran y cosechan.

Otras actividades

HODERA como una alternativa a los pacientes impulsa y los involucra en trabajos de campo, domésticos, seguridad, psicoafectivo. Los miembros además de prepararse, se recrean practicando deporte s como fútbol, básquetbol o béisbol  lo cual  les ayuda a liberar las ansias al alcohol y a las drogas.  Además reciben clases de manualidades para desarrollar la creatividad y las habilidades de ellos. 

La jornada de ellos inicia a las 4 de la mañana y finaliza a las 9 de la noche. Las actividades que realizan los internos y roles a los que estos participan en la semana se dividen en tres formas. Los trabajos domésticos que consiste en cocinar, limpiar la institución por sectores, lavar y planchar la ropa (esta actividad es diaria e individual) y lavar los utensilios de cocina.

También desempeñan trabajo en el campo, que radica en sembrar los cultivos como los frijoles, el maíz y el tomate, acarrear leña,  lavar y levantar la cosecha, vender verduras etcétera.

Los Trabajos de seguridad van desacuerdo a un roll de Roll de vigilancia por sectores 9pm-5am  y controlan los visitantes que llegan a HODERA.

Para todos los muchachos el domingo es el día más esperado por ellos, porque es el único día en el cual pueden pasar un rato por la tarde con sus familias. Los familiares de los adictos tienen prohibido llevarles alimentos, cosas para uso personal debido a que una de las políticas de este centro es que todos deben de vivir en el centro bajo las mismas condiciones, es por ello que cuando ingresan solo pueden llevar un par de camisas, de pantalones, de zapatos, de ropa interior y de calcetines.  Igualmente tienen prohibido realizar llamadas a menos que sea en un caso de emergencia. 

HODERA  es exclusivo para hombres,  recién abierto este centro, contaba con la presencia de mujeres, quienes estaban en un sector diferente y alejado de los hombres. Pero la rehabilitación  de mujeres no funciono  y fue cerrado.

 “Hierba mala nunca muere”

Martín López  originario de Managua a sus 17 años ingreso en el negro mundo de los vicios. Cuanta que durante doce años de su vida vivió como marginado por las calles de la capital. Sobrevivía pidiendo y robando dinero ya que su familia le dio la espalda.

López era conocido entre su pandilla como el “pico e botella” ya que pasaba día y noche bebiendo. Varias veces se puso mal de salud pero nunca quiso que lo llevaran al hospital porque según él, “Hierba mala nunca muere”. Además asegura que a la pandilla que pertenecía era buena porque se dedicaban específicamente a robar sin hacerles daño a las personas.

Un día Martín López fumo demasiada marihuana que llegó al extremo de intoxicarse, “me dio la pálida” afirma.  Su mamá lo vio tirado en una cuneta del barrio San Judas y lo llevo al hospital, ese día  él vio la muerte. “Mientras yo estaba canalizado, me puse a pensar si esto era lo que yo quería para mi vida, si este era el hombre que quería ser, le pedí perdón a viejita y le dije que esta dispuesto a ir a HODERA”.